Para vigilar la contaminación sonora en zonas de alto tránsito
Con el objetivo de controlar y reducir los niveles de contaminación sonora en el distrito, la Municipalidad Distrital de Chilca, a través del Área de Fiscalización Ambiental, viene desarrollando estudios técnicos de medición de ruido utilizando un sonómetro de precisión en puntos estratégicos con alto flujo vehicular y peatonal.
En horas de la mañana, el equipo de fiscalización liderado por la responsable del área, Johana Vásquez, realizó una jornada de monitoreo en la intersección de la calle Real con la avenida Próceres, identificando que los niveles de presión sonora superan los límites establecidos por la normativa vigente. Según el Decreto Supremo N° 085-2003-PCM, el límite máximo permitido para este tipo de zonas es de 70 decibeles; sin embargo, los valores registrados en la zona fueron de 96 decibeles los cuales son excesivamente elevados, debido a la alta frecuencia de bocinas, altavoces comerciales y tráfico continuo.
“Estas mediciones se ejecutan de forma trimestral, como parte del compromiso con la fiscalización ambiental. Los informes técnicos obtenidos son remitidos al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y servirán como base para implementar estrategias de sensibilización dirigidas principalmente a los conductores y comerciantes de la zona”, señaló Vásquez. Asimismo, se advirtió que, de persistir los niveles elevados de ruido, se procederá con la aplicación de sanciones conforme al marco legal vigente y a la Ordenanza Municipal N° 321.
El sonómetro, instrumento fundamental para esta tarea, consta de un micrófono que capta el sonido, un amplificador que incrementa la señal, y una pantalla que muestra los niveles de presión sonora. Para garantizar resultados precisos, se calibra el dispositivo antes de cada jornada y se posiciona a una altura y distancia técnica adecuada respecto a las fuentes emisoras.
La municipalidad reafirma su compromiso con el bienestar de la población y continuará ejecutando acciones que permitan mantener un entorno saludable y libre de contaminación sonora, promoviendo además la conciencia ciudadana sobre el respeto a los límites de ruido permitidos.



