Para garantizar la inocuidad de los alimentos
Con el firme compromiso de salvaguardar la salud pública y asegurar condiciones óptimas de higiene en la venta de alimentos, la Municipalidad Distrital de Chilca, a través del área de Bromatología de la Gerencia de Desarrollo Económico y Turismo, llevó a cabo este domingo una exhaustiva inspección sanitaria a los puestos de comida ubicados en el campo ferial de Coto Coto.
Desde tempranas horas de la mañana, el personal municipal especializado recorrió cada uno de los puestos de venta de comida, verificando rigurosamente que los comerciantes cuenten con su indumentaria reglamentaria, cumplan con los protocolos de higiene, y apliquen adecuadamente las prácticas de manipulación de alimentos. Esta labor tuvo como objetivo prevenir enfermedades de origen alimentario y promover el consumo seguro entre los visitantes de esta concurrida feria dominical.
La jornada contó con el valioso apoyo de estudiantes de la Facultad de Nutrición Humana de la Universidad Peruana Los Andes (UPLA), quienes, en coordinación con la Sociedad de Beneficencia de Huancayo, brindaron sesiones educativas y charlas informativas dirigidas a los comerciantes del rubro gastronómico. Los temas abordados incluyeron la correcta manipulación de insumos, la adecuada conservación de los alimentos, la importancia de la higiene personal y del entorno de trabajo, entre otros aspectos fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria.
“Estas actividades no solo tienen un carácter preventivo, sino también educativo. Nuestra finalidad es que los comerciantes estén capacitados y comprometidos con brindar un servicio de calidad, protegiendo la salud de sus consumidores”, señaló César De La Cruz, responsable del área de Bromatología de la comuna distrital, quien supervisó de cerca la jornada de inspección.
La Municipalidad Distrital de Chilca reafirma su compromiso con la salud de la población y continuará realizando estas intervenciones de manera constante, especialmente en espacios públicos de alta afluencia. Se hace un llamado a todos los comerciantes a mantener los estándares mínimos de salubridad, recordándoles que el bienestar de los comensales es una responsabilidad compartida.
Estas acciones forman parte de la política municipal de vigilancia sanitaria alimentaria y se desarrollan en el marco de un trabajo articulado entre el gobierno local, instituciones académicas y entidades benéficas, con el propósito de construir una comunidad más segura, saludable y responsable.



